Como ya vimos, los cuatro factores ambientales que estimulan el micelio para que este empiece a producir
setas son:
Nuestras instalaciones
Setas ya para recoger
Las primeras setas de nuestro jardín micológico
Humedad: Como ya sabemos, las setas salen después de la lluvia. Para fructificar el micelio
necesita una humedad relativa muy alta: entre unos 95 y 100% La falta de humedad en este momento
puede matar a los primordios. Para esto es importante tener a la cámara un
higrómetro.
El que tenemos en nuestro sótano suele marcar una temperatura de unos 22º y una humedad del 85 %
Pequeños primordios
Luz: Contrario a lo que se imaginan algunos, las setas necesitan luz. En natura las setas
"saben" hacia donde salir siguiendo la luz. La falta de luz causa malformaciones de tipo "coral" (el pie se
alarga exageradamente "buscando" una salida). Se considera que la luz verde o azulada es la más estimulatoria
para las setas (el color de la luz en el bosque).
En el caso de Pleurotus ostreatus estudios
científicos demuestran que el número más grande de primordios se forman a una intensidad de la luz de
2.000 lux, y la máxima productividad de setas se alcanza
para una intensidad de la luz de 300 - 430 lux durante 12 horas al día.
Los primordios
Setas ya formadas
No obstante demasiada luz, y especialmente la luz solar directa puede ser dañina para el desarrollo de las
setas.
Ventilación: Cuando las setas crecen producen todavía más dióxido de carbono (CO2), y consumen
oxígeno (O2). El CO2 es tóxico para las setas, por lo cual la ventilación es muy importante. También es
interesante saber que el dióxido de carbono pesa más que el aire y se acumula al nivel del suelo. Por esto
que sería importante colgar las bolsas a cierta altura.
Setas listas para ser recogidas
Temperatura: Durante este tiempo es importante bajar la temperatura. En los libros de
especialidad aparecen los siguientes parámetros:
-temperatura durante la incubación: 24°C
-temperatura durante la formación de primordios: 10-15°C
-temperatura durante la formación de los capróforos (o sea: las setas): 10-21°C
No obstante estos son valores óptimos, deseables. Pequeñas variaciones de estos parametros son aceptables.
Cierto día descubrimos que los bajos de nuestro instituto presentaban las características idóneas para el cultivo de setas: Humedad, Temperatura y Ventilación.
Surgió la idea ¿Por qué no investigamos un poco y nos adentramos en el mundo de la Micología? Dicho y hecho.Lo primero que necesitábamos era información y gracias a toda la disponible en Internet y a inestimable ayuda de una empresa andaluza "Micelios del Sur" que nos facilitó las alpacas ya incubadas iniciamos nuestra andadura en el cultivo de las setas.
De los tres factores que debía reunir nuestro local fundamental es la Humedad Relativa. Este parámetro se mide con un "Higrómetro". Fácil de encontrar suele venir asociado , termómetro e higrómetro en el mismo elemento,
"termohigrómetro". Lo encontramos en el laboratorio de Física y tras llevar un registro de la temperatura y humedad reinante en el ambiente comprobamos que las condiciones eran idóneas.
Ha de colocarse al pie de la bolsa y hemos
de conseguir, que nos marque la humedad ideal: "80%", ya que si no
llegamos a ésta, el hongo se deshidratará, y el desarrollo de sus
frutos (las setas) será deficiente o nulo. Si nos cruzamos de ese
umbral estaremos dejando la puerta abierta a toda una larga serie de
hongos no deseados: ....Dendroides, Gliocladium, Trichoderma........ que
darían al traste con el cultivo.
Existen múltiples maneras de influir sobre la humedad, la más sencilla
es colocar superficies con agua , platos , cubos........ que en su
evaporación nos ayudarán al objetivo deseado. Existen opciones mecánicas como
vaporizadores de resistencia o ultrasónicos, cortinas de agua,
atomizadores, radiadores de cartón........ todas ellas aptas más bien
para cultivos industriales.
El segundo punto a tener en cuenta era la Temperatura, no olvidemos que junto a la
humedad forman los dos factores fundamentales que condicionarán la
existencia de casi cualquier hongo. Cada especie a cultivar tiene unos
rangos de temperatura que les son más favorables, y éstos varían en
función de cada una de ellas, así por ejemplo el Pleurotus Ostreatus,
las más conocida de nuestras setas de cultivo con 44 años en el mercado precisa una temperatura para su fructificación de entre 8º y 23º,
esta horquilla a su vez debemos estrecharla, en función de cada una de
las variedades que se dan dentro de la misma.
Otras especies cultivables como la Volvariella
Volvàcea precisa entre 28º y 30º, el Pleurotus Citrinopileatus de 18º a
25º etc etc
El tercer factor importante es la ventilación que sin complicarnos la existencia con determinados niveles
de CO2, simplemente indicar que cualquier cultivo micológico precisa
ventilación, y que la ausencia de ésta es negativa para el mismo.
Tengamos en cuenta que la aireación como tal, puede llegar a alterarnos
el resto de los parámetros a que hacíamos mención anteriormente. Así
por ejemplo si el aire con el que ventilamos es seco, nos bajará la
humedad relativa, y si es cálido nos subirá la temperatura y así
sucesivamente.... es pues una cuestión de equilibrio.
Dentro del apartado de la
ventilación, sería importante reseñar, que ésta es determinante a la
hora de "esculpir la seta". Así pues un carpóforo que no percibe
corriente alguna de aire alargará su pie, a veces de forma excesiva.
Por el contrario, si la bolsa está bien ventilada, con una corriente de
aire ciertamente ostensible, la seta, invertirá una mayor parte de su
energía en la formación del sombrero, y no del pie como en el caso
anterior.