martes, 4 de junio de 2013

Nos iniciamos en el mundo de la Micología:Cultivamos setas de ostra "Pleorotus ostreatus"


Cierto día descubrimos que los bajos de nuestro instituto presentaban las características idóneas para el cultivo de setas: Humedad, Temperatura y Ventilación.

Surgió la idea ¿Por qué no investigamos un poco y nos adentramos en el mundo de la Micología? Dicho y hecho.Lo primero que necesitábamos era información y gracias a toda la disponible en Internet y a inestimable ayuda de una empresa andaluza "Micelios del Sur" que nos facilitó las alpacas ya incubadas iniciamos nuestra andadura en el cultivo de las setas.
De los tres factores que debía reunir nuestro local  fundamental es la Humedad Relativa. Este parámetro se mide con un "Higrómetro". Fácil de encontrar suele venir asociado , termómetro e higrómetro en el mismo elemento, "termohigrómetro".    Lo encontramos en el laboratorio de Física y tras llevar un registro de la temperatura y humedad reinante en el ambiente comprobamos que las condiciones eran idóneas. 

Ha de colocarse al pie de la bolsa  y hemos de conseguir, que nos marque la humedad ideal: "80%",  ya que si no llegamos a ésta, el hongo se deshidratará, y el  desarrollo  de sus frutos (las setas) será deficiente o nulo.  Si nos cruzamos de ese umbral estaremos dejando la puerta abierta a toda una larga serie de hongos no deseados: ....Dendroides, Gliocladium, Trichoderma........ que darían al traste con el cultivo.  


Existen múltiples maneras de influir sobre la humedad, la más sencilla es colocar superficies con agua , platos , cubos........ que en su evaporación nos ayudarán al objetivo deseado.  Existen opciones mecánicas como vaporizadores de resistencia o ultrasónicos, cortinas de agua, atomizadores, radiadores de cartón........ todas ellas aptas más bien para cultivos industriales.

El segundo punto a tener en cuenta era  la Temperatura, no olvidemos que junto a la humedad forman los dos factores fundamentales que condicionarán la existencia de casi cualquier hongo.   Cada especie a cultivar tiene unos rangos de temperatura que les son más favorables, y éstos varían en función de cada una de ellas, así por ejemplo el Pleurotus Ostreatus, las más conocida de nuestras setas de cultivo con 44 años en el mercado precisa una temperatura para su fructificación de entre 8º y 23º, esta horquilla a su vez debemos estrecharla, en función de cada una de las variedades que se dan dentro de la misma.  

Otras especies cultivables como la Volvariella Volvàcea precisa entre 28º y 30º, el Pleurotus Citrinopileatus de 18º a 25º etc etc
El tercer factor importante es la ventilación que  sin complicarnos la existencia con determinados niveles de CO2, simplemente indicar que cualquier cultivo micológico precisa ventilación, y que la ausencia de ésta es negativa para el mismo.   

 Tengamos en cuenta que la aireación como tal, puede llegar a alterarnos el resto de los parámetros a que hacíamos mención anteriormente.  Así por ejemplo si el aire con el que ventilamos es seco, nos bajará la humedad relativa, y si es cálido nos subirá la temperatura y así sucesivamente.... es pues una cuestión de equilibrio. 


Dentro del apartado de la ventilación, sería importante reseñar, que ésta es determinante a la hora de "esculpir la seta". Así pues un carpóforo que no percibe corriente alguna de aire alargará su pie, a veces de forma excesiva.  Por el contrario, si la bolsa está bien ventilada, con una corriente de aire ciertamente ostensible, la seta, invertirá una mayor parte de su energía en la formación del sombrero, y no del pie como en el caso anterior.

 

 





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